Leyendas del Cementerio Recoleta

En este artículo te contaremos un compilado de misterios y leyendas del cementerio de recoleta, el más famoso de Argentina.

El Cementerio de la Recoleta, lejos de ser un lugar sombrío y espeluznante parece más un museo que un cementerio, porque es un predio al aire libre con árboles, calles y mausoleos con diferentes estilos artísticos. Cúpulas impresionantes y hermosos vitraux. Es por estos motivos que es el lugar más visitado de la Argentina.

Se trata de un cementerio muy pintoresco y reconocido porque en él descansan grandes personalidades de la historia Argentina y en su mayoría, familias aristocráticas. En él podrán encontrar 20 presidentes de la Nación, líderes políticos, próceres y famosos empresarios.

90 de los casi 5000 sepulcros fueron declarados Monumento Histórico Nacional junto al Cementerio en 1946. La tumba más visitada sin dudas es la de Eva Duarte de Perón, conocida como Evita.

Como en todo cementerio será posible encontrar leyendas y misterios que acrecientan la curiosidad de quienes visitan. Es por esto que a continuación te contaremos algunas de las leyendas destacadas del cementerio recoleta:

La historia del cadáver de Evita

Evita falleció muy joven a causa de un cáncer en el año 1952, pero no fue hasta 1976 que pudo descansar en paz porque su cadáver fue víctima de múltiples delitos y secuestros.

Como Evita falleció durante la presidencia de Juan Domingo Perón y ella era un símbolo de las clases populares, se dispuso que su cadáver fuese embalsamado y expuesto en la CGT (Confederación General del Trabajo). En 1955 se llevó a cabo el golpe de estado cívico y militar y a los militares no les gustaba nada tener a Evita en un edificio del estado ya que congregaba a las clases populares. Es por este motivo que secuestran el cadáver y en 1957 envían el cadáver a Italia donde es enterrado bajo un nombre falso en el Cementerio de Milán.

Recién en el año 1971 se organiza el Operativo Retorno del cadáver de Evita, pero no es hasta 1974 que es repatriado. En ese momento se comenzó a construir el Altar de la Patria en la quinta presidencial de Olivos, pero en 1976 se paralizó el proyecto debido a un nuevo golpe de estado. La dictadura esta vez devolvió el cadáver a su familia quien decidió sepultar en su panteón familiar en el cementerio recoleta.

La Dama de Blanco

A metros de ingresar al cementerio encontraremos la tumba de Luz María García Velloso, quien fuera hija de un reconocido dramaturgo. Luz María falleció a los cortos 17 años a causa de una leucemia.

La leyenda cuenta que un día un hombre encontró a una chica llorando desconsoladamente dentro del cementerio. El hombre la consoló prestándole el saco y la invitó a tomar un café al histórico Café La Biela. Después de un rato, el hombre la besó y ella se levantó apresurada manchando el saco del muchacho. Él la corrió hasta la puerta del cementerio, pero ésta ya estaba cerrada. El cuidador del cementerio negó haberla visto, pero ante la insistencia del hombre, lo dejó entrar. En la tumba de Luz María encontró su saco manchado y reconoció en ella a la chica que había besado en el café minutos atrás.

Enterrada viva

Rufina Cambaceres era hija de Eugenio, un famoso escritor, abogado y político. Al cumplir 19 años fue encontrada sin pulso en su cuarto. Los médicos la declararon fallecida y fue sepultada en 1902 en el cementerio. Algunos días más tardes su madre fue a llevarle flores y se encontró con el cajón roto y la tapa corrida. Por esto es que se cree que Rufina habría sufrido un ataque de catalepsia y que había sido enterrada viva. El mausoleo de Rufina es reconocido por presentarse una estatua de ella con la mano en el picaporte de la puerta del mausoleo, como si quisiera abrirla.

El eterno cuidador

Desde sus 11 años David Alleno trabajó en el Cementerio de Recoleta. Estaba muy feliz con su trabajo y añoraba los impresionantes mausoleos que allí se iban levantando. Su hermano ganó la lotería y repartió el dinero a sus familiares. Con este presupuesto David decidió viajar a Génova para encargar su propia lápida. También compró una parcela en el cementerio y renunció a su trabajo. Ese mismo año, a los 25, se suicidó bebiendo veneno para poder cumplir su sueño de tener un mausoleo en el famoso cementerio recoleta. Es el día de hoy que se comenta que se escuchan ruidos como si estuviese mejorando su lápida.

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