Parque Avellaneda Buenos Aires, la historia y detalles de uno de los parques de mayor tamaño de Buenos Aires.
Su superficie es de 30 hectáreas y se localiza sobre el barrio de Marcelo T. de Alvear, vecino de Flores, Mataderos y Villa Luro. Todas estas zonas, están más alejadas del centro turístico de la ciudad.
En su haber, posee más de 25 especies de aves, una riqueza enorme de fauna y flora, sumado a hermosas esculturas y un sinfín de atracciones para que puedas acercarte aquí a disfrutar de un día por completo al aire libre!
Antiguamente, este terreno perteneció a la familia Olivera, dueños de la antigua chacra “Los Remedios”, proveeduría de hortalizas y frutas de la Hermandad Santa Caridad de Nuestro Señor Jesucristo en el Siglo XVIII. Fue adquirida por Domingo Olivera en 1828, quien la convirtió en un centro de experimentación y explotación agrícola-ganadera.
Domingo vendió este lugar en el año 1912 a la Municipalidad de la ciudad, quien la convirtió en un espacio meramente público y verde.
Primero, en 1914, se inauguró bajo el nombre de “Olivera”, para, luego, recibir el nombre actual de Parque Dr. Nicolás Avellaneda.
La totalidad del parque ocupa las 30 hectáreas de superficie, posicionándolo como el tercer parque más grande de la ciudad. Aquí encontrarás el Vivero Municipal, un centro deportivo y varias dependencias del Gobierno de la Ciudad. Vas a poder visitar el antiguo casco de la estancia de Olivera, visitar el Centro de Artes Escénicas y pasear en el ferrocarril de pequeño tamaño que recorre el sitio. En su interior está el “viejo natatorio”, actualmente inhabilitado, pero que mantiene las características de la época antigua del país, rememorando la opulencia y belleza de ese entonces.
Como mencionamos antes, cuenta con varias obras de artes y esculturas que podrás encontrar en su interior, como “La Tejedora” de Luis Perlotti que representa una vieja india Madre de América realizada en piedra marmórea. Así mismo, “El Perdón” de 1896, ubicado sobre la calle Lacarra, escultura que antes estaba en la Plaza del Congreso, pero mudaron al jardín italiano de este parque.
La zona que rodea a este parque es muy tranquila y lejana del ritmo agitado que encontramos en el centro. La adornan edificios de principios de siglo, además de una variedad de monoblocks, plazoletas, espacios verdes y muchísima paz. Sus calles están llenas de árboles y, al no haber mucho tráfico, son muy silenciosas.
Este parque se convirtió en el lugar ideal para reuniones, encuentros entre vecinos, días de picnics, actividades de entretenimiento y mucho deporte.
Sin dudarlo, sabemos que vas a querer pasar un día entero aquí, para disfrutar y recorrer los recovecos de este enorme parque de la ciudad y llevarte naturaleza, aire puro y mucha tranquilidad.
Para saber lo que puedes hacer en Buenos Aires, aquí te dejamos más información.
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